En el momento de la sucesión de bienes, los herederos deben hacer frente a impuestos y gastos, que normalmente, les resultan excesivos. Se endeudan y con posterioridad, se ven obligados a vender los bienes recibidos, para que con una parte, poder pagar sus préstamos.
En algún momento de sus vidas quienes nos sucedan deberán enfrentar esta situación y parte de lo que construimos será mutilado directa o indirectamente.