Skip to main content
Artículos

Cosecharás tu siembra.

By 23 abril 2024noviembre 1st, 2025No Comments

Antes de que lea este artículo, le pedimos algo: por favor, no mate al mensajero.
Sabemos que la primera reacción ante lo que exponemos aquí puede ser emocional. Tal vez esas emociones lo lleven a cerrar esta nota antes de llegar al final. Pero cuando los decibeles bajen, lo invitamos a refutar nuestros argumentos de la manera que considere adecuada. Estamos abiertos a ello.

Todo lo que describimos aquí está basado en hechos y en la huella mental que la sociedad argentina supo construir en torno a las jubilaciones.

Los sistemas de pensiones están en crisis en todo el mundo. Argentina no es la excepción: aumento de la expectativa de vida, edad de retiro temprana, cultura del ahorro casi inexistente, sistemas de reparto ineficientes e injustos.
La diferencia es que en los países desarrollados se están tomando medidas profundas para que, en los próximos 20 años, el problema sea menor. Y ese horizonte temporal tiene sentido, porque el desafío previsional solo se resuelve con tiempo, planificación y constancia en los aportes.

Un ejemplo reciente es Alemania, que acaba de crear un fondo soberano que invertirá en renta variable —acciones— para aumentar la rentabilidad y mitigar las tensiones que enfrenta su sistema de pensiones.

En Argentina, los jubilados cobran una miseria. Es una realidad dolorosa, pero también lógica, si se analiza lo que la mayoría hizo —o no hizo— durante su vida laboral.

El pasaje bíblico “Cosecharás tu siembra” aplica perfectamente. Decir “trabajé toda mi vida y ahora cobro una miseria” confunde las cosas: todos trabajamos para vivir, pero eso no garantiza una jubilación digna.
Una parte de lo que generamos debería destinarse a nuestro futuro. Si durante 40 años no nos ocupamos de cómo se administraban nuestros aportes, ¿por qué sorprendernos ahora al descubrir que dentro de la caja hay poco o nada?

Ninguno de los jubilados actuales, cuando tenía 30 o 40 años, hubiera pagado a un pintor que no terminó su trabajo. Tampoco hubiera seguido comprando tornillos a un ferretero que cobraba 100 dólares por tres unidades, ni pagado las expensas sin que el administrador mantuviera los espacios comunes.
En esos casos, cuidaban su dinero.

Pero con los aportes jubilatorios no ocurrió lo mismo: nunca se los sintió como dinero propio. Así, durante décadas, se entregó el dinero sin control, permitiendo que se despilfarrara o se usara con otros fines.

Y aun sabiendo eso, como sociedad, seguimos eligiendo a quienes repiten los mismos errores. No podemos cambiar lo que ya ocurrió, pero sí podemos aprender y actuar distinto.

¿Cómo están hoy las cajas de jubilaciones?
¿Cómo estarán dentro de 20 o 30 años, considerando cuántos aportan y cuántos trabajan en negro?
¿Cuál será la expectativa de vida futura?
Y lo más importante: ¿Cuánto le importa hoy asegurarse una jubilación digna?

Muchos creen que no necesitan preocuparse porque tienen una empresa o propiedades. Pero la realidad muestra que miles de autónomos terminan cobrando pensiones mínimas, porque nunca cuidaron sus aportes ni anticiparon cómo cambia el mercado. Lo mismo sucede con quienes acumularon inmuebles que, con el tiempo, se transformaron en pasivos.

Nosotros somos asesores financieros independientes: una herramienta para construir un futuro distinto al que hoy padecen tantos jubilados.

Pero una herramienta solo sirve si se usa. Un martillo guardado en la caja no clava ningún clavo.

Que la cultura argentina no piense en el largo plazo no significa que usted no pueda hacerlo.
Si decide construir su futuro financiero, estamos aquí para acompañarlo.

Ojalá su futuro sea tan sólido como la atención que le dedique a construirlo.

Cordialmente,


Asesor Manager
DVBrokers